Encaramado sobre una colina y rodeado de pintorescos molinos de viento, el pueblo medieval de Montuiri es un ejemplo perfecto de la Mallorca rural y tradicional. El pueblo queda a 30 km de Palma, en el centro de Mallorca, con acceso a la carretera principal entre Palma y Manacor y le da nombre al pequeño término municipal que lo rodea.
Oficialmente, Montuiri se remonta al año 1329 d.C., aunque hay indicios de asentamientos de la Edad de Bronce mucho más tempranos, incluido uno...más
Encaramado sobre una colina y rodeado de pintorescos molinos de viento, el pueblo medieval de Montuiri es un ejemplo perfecto de la Mallorca rural y tradicional. El pueblo queda a 30 km de Palma, en el centro de Mallorca, con acceso a la carretera principal entre Palma y Manacor y le da nombre al pequeño término municipal que lo rodea.
Oficialmente, Montuiri se remonta al año 1329 d.C., aunque hay indicios de asentamientos de la Edad de Bronce mucho más tempranos, incluido uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Mallorca. El nombre significa pueblo de montaña o promontorio en latín y el pueblo utiliza los conocidos ocho molinos de viento del distrito del Molinar como su símbolo de identidad.
Los molinos no se han utilizado desde la década de 1920, pero Montuiri todavía produce granos y almendras, como lo ha hecho durante décadas. Hoy en día, Montuiri es un pueblo residencial y se considera uno de los mejores lugares para vivir en el centro de la isla.
Al pasear por este bonito pueblo pueden verse diferentes ejemplos arquitectónicos, algunos de los cuales se remontan a la época medieval. Algunos edificios tienen una influencia claramente musulmana, como el Velar de Sa Torre, la Alcoraia Salmudaina y Es Rafal Aixat. Hay también grandes mansiones, testamento de los acaudalados residentes del pasado, cuando Montuiri era un pueblo favorecido por los prestamistas.
Un yacimiento arqueológico cercano de gran importancia es Son Fornés, que se remonta al año 900 a. C, en el que todavía pueden verse viviendas y torres. Se accede a través del museo de Son Fornés, ubicado en el Molí des Floret, un molino de harina del siglo XVIII, restaurado recientemente.
Las cuevas viviendas, consideradas prehistóricas, de Son Company y Son Comelles también quedan cerca. Y en los alrededores hay muchos más lugares de interés histórico.
En el pueblo, la imponente iglesia gótica de Sant Bartolomeu es digna de visitar por su impresionante interior.
Las mejores vistas de la zona se encuentran en la cima del Puig de Sant Miquel, donde se alza el Santuari de la Bona Pau, erigido en 1395 sobre una antigua ermita.
